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Cómo Limpiar Joyería de Oro de 18K en Casa: Guía Paso a Paso

  • Agua tibia: La temperatura es clave, ya que el agua muy caliente puede dañar ciertas piedras preciosas.
  • Detergente líquido suave o jabón de manos sin fragancia: Evita productos agresivos como los que contienen amoníaco o cloro, ya que pueden dañar el oro.
  • Cepillo de dientes suave: Un cepillo de dientes con cerdas suaves es ideal para limpiar las áreas difíciles de alcanzar.
  • Paño de microfibra o paño suave sin pelusa: Para secar y pulir las joyas sin rayarlas.
  • Recipiente pequeño: Preferiblemente de plástico o vidrio, para evitar daños.
  • Bastoncillos de algodón (opcional): Para acceder a rincones más pequeños.
  • Toalla pequeña: Para colocar las joyas mientras las limpias.
  • Áreas difíciles de alcanzar: Presta especial atención a las áreas más difíciles de alcanzar, como las esquinas, las hendiduras y alrededor de los engastes de las piedras preciosas. Usa movimientos suaves y circulares para evitar rayones.
  • Si hay piedras preciosas: Si tus joyas tienen piedras preciosas, ten cuidado de no cepillar muy fuerte alrededor de los engastes para evitar que las piedras se aflojen.
  • Ingredientes: 1 cucharada de bicarbonato de sodio y el jugo de medio limón.
  • Método: Mezcla el jugo de limón con el bicarbonato de sodio hasta formar una pasta. Aplica la pasta sobre las joyas de oro y frota suavemente con un paño suave. Luego, enjuaga con agua tibia y seca con un paño de microfibra. Este método es ideal para eliminar manchas persistentes, pero no debe usarse en joyas con piedras preciosas delicadas, ya que el ácido del limón puede dañarlas.
  • Ingredientes: Vinagre blanco puro.
  • Método: Remoja las joyas en un recipiente con vinagre blanco durante 10-15 minutos. Luego, cepilla suavemente con un cepillo de cerdas suaves y enjuaga con agua tibia. Este método es seguro para el oro de 18K y efectivo para eliminar la suciedad y el óxido.
  • Evitar productos abrasivos: No utilices bicarbonato de sodio, jugo de limón o vinagre si las joyas tienen piedras preciosas, ya que algunos productos pueden dañar o decolorar las piedras.
  • Verificar los engastes: Al limpiar joyas con piedras preciosas, revisa siempre los engastes para asegurarte de que las piedras estén bien aseguradas. Si notas que alguna está suelta, es recomendable llevar la joya a un joyero profesional para un ajuste.
  • Guardar adecuadamente: Almacena tus joyas de oro en compartimentos individuales o bolsas de terciopelo para evitar que se rayen entre sí.
  • Evitar productos químicos: Retira tus joyas antes de utilizar productos de limpieza, nadar en piscinas con cloro o aplicarte perfumes y lociones. Estos productos pueden dañar el oro y acelerar el desgaste.
  • Limpieza regular: Realiza una limpieza casera cada 1-2 meses para mantener el brillo de tus joyas de oro. Para piezas más delicadas o valiosas, una limpieza profesional anual puede ser una buena opción.